¿Cómo usar los vídeos para generar más ventas?

A estas alturas, ya te hemos contado por qué es importante usar vídeos para generar más ventas a puerta fría y a través de correo electrónico. A la avalancha de mensajes que reciben a diario las personas que tienen poder de decisión en una empresa hay que sumarle el tuyo, y este no puede asomar tímidamente en la bandeja de entrada de tu futuro cliente, no.

Para tener éxito y generar más ventas es importante que envíes distintos mensajes y que, además, sepas destacar entre el resto. Algo así como ser una flor en el desierto, que conmueva al cliente y le haga sentir que, en efecto, está justamente ante el producto o servicio que necesitaba. Y como te contamos, los vídeos pueden tener un papel fundamental en toda esta tarea que, no te engañes, es un verdadero tour de force.

Hoy queremos contarte cómo puedes (y debes) usar los vídeos para generar más ventas. Sigue estos consejos y empieza ya.

Planifica una estrategia de contenido

Ojo, no vamos a empezar a crear vídeos al tuntún solamente porque te hemos dicho que hay que hacerlo: no tendría sentido. Perderías mucho tiempo y el resultado no sería el esperado, en absoluto. Lo primero que debes hacer es centrar tu estrategia en un primer vídeo (o unos pocos). Pueden ser los que usarás para tus mails a puerta fría.

Como te hemos indicado en un artículo anterior, es recomendable contactar con los futuros clientes en tres tiempos. Esto puede ayudarte a organizar los vídeos que necesitas: uno en el que presentarte, a ti, tu empresa y tus servicios; otro en el que contar historias y casos de éxito (aquí también pueden ayudarte tus clientes) y, el último, en el que puedes ofrecer contenido exclusivo que resulte valioso para aquellos que están al otro lado.

Evidentemente, puedes generar muchos más vídeos. Pero lo importante es empezar poco a poco, familiarizarte con la cámara y, al final, sentirte orgulloso y satisfecho con el contenido que has creado.

Elabora un guión para los vídeos y generar más ventas

Si no lo has hecho nunca, puede que al principio la cámara te imponga. No te preocupes en absoluto: es normal. Espeeera, no huyas. Verás que no es tan complicado.

Elabora un primer guión sobre papel. Que lo que quieres decir quede negro sobre blanco. Léelo y ten muy claro lo que te dispones a comunicar. Trata de que el mensaje sea claro. Cuanto más transparente y sencillo, más efectivo. Puedes seguir este esquema:

• En primer lugar, da al futuro cliente las gracias por invertir su tiempo viendo el vídeo.
• En segundo, preséntate. Di quién eres y a quién representas, a qué te dedicas y en qué eres experto.
• Cuenta cómo has sido capaz de ayudar a otros clientes con tu producto o servicio.
• Por último, cierra el vídeo con una llamada a la acción (registrarse, contactar, ver más vídeos, etcétera). La que consideres, pero que resulte clara y concreta.

Háblale al cliente: que el formato no sea un obstáculo

Si vas a crear un primer vídeo de introducción, es importante que seas lo más natural posible. Si al principio no te sale, tranquilo. Ensaya un poco frente a otra persona que pueda ayudarte: detectar tus puntos débiles y reforzar los débiles.

Háblale directamente a la cámara o imagina a tu cliente enfrente. Haz como lo harías si pudiérais hablar en persona, como en la vida real. Piensa en que el receptor de tu mensaje tiene un problema y está deseando que alguien llegue para resolverlo. Ese alguien puedes (y debes) ser tú.

Y aunque sea obvio, recuerda cuidar las formas. Usa un lenguaje claro y natural, pero todo el tiempo correcto. No hace falta que te vistas con tus mejores galas, pero evidentemente, arréglate. También para ti. Luego elige un buen lugar en la oficina o en tu casa, con un fondo que merezca la pena ser visto y que no distraiga la atención. Es preferible una pared clara y lisa que una estantería llena de libros y objetos que terminen despistando a quién te ve. Presta mucha atención, también a la iluminación.

Asegúrate de que el vídeo tenga la calidad adecuada. No hace falta que montes un plató de televisión, pero sé cuidadoso. Hoy los móviles tienen capacidad para ofrecer grandes resultados.

Cuenta una historia: o deja que la cuenten

Veamos ahora otra cuestión importante: la del contenido. Si quieres que tu vídeo no pase desapercibido, tendrás que trabajar muy bien el fondo. Es decir: el mensaje que quieres transmitir o la historia que quieres contar.

Hemos hablado del vídeo de presentación, pero más allá de este contenido inicial, tendrás que ir pensando en otras aportaciones que generen valor y tengan contenido capaz de movilizar decisiones.

Además, es fundamental que en tu plan de contenidos incluyas otras propuestas, en las que no hace falta que únicamente participes tú. Puedes contar con el apoyo y la complicidad de tus clientes, para que cuenten cuál es su perfil y cómo les has ayudado a resolver sus necesidades y/o problemas.

Una historia bien contada (debes dejarte ayudar por un buen guión, corto pero efectivo, quizá en formato entrevista, para facilitar la narración) será la llave que te abrirá las puertas de la casa de tu futuro cliente. Aprovéchala.

Asegura la calidad del formato y de tus comunicaciones

Hemos hablado de la importancia de tu comunicación no verbal, pero también debemos asegurar la calidad del formato. Inserta el vídeo resultante en una landing page propia. En determinados casos, sobre todo si ofreces contenido exclusivo, puedes solicitar que los clientes se registren con su dirección de correo electrónico.

Ya dentro del correo electrónico, asegúrate de crear un buen texto. Que sea atractivo y que incluya una llamada a la acción poderosa y efectiva. Te recomendamos jugar con la personalización: usa alguna herramienta con la que puedas incluir texto, imágenes, colores, fuentes y hasta una captura de pantalla del vídeo, en el que te muestres tú, por ejemplo, y que sirva como aperitivo. Esta imagen es muy importante, porque es la que verán los receptores de tu correo antes de abrir el vídeo. Y la que decidirá, por tanto, su clic.